La respiración en natación es fundamental y se enfoca en sincronizar la inhalación y exhalación con la brazada para mantener la posición hidrodinámica. La clave es inhalar rápido por la boca al girar la cabeza hacia un lado y exhalar lentamente por la nariz y boca bajo el agua. Es importante sacar la cabeza lo menos posible para no perder velocidad y flotabilidad.

Consejos clave para la respiración

Inhalar por la boca y exhalar por la nariz (y boca): Inhala rápidamente por la boca justo al sacar la cabeza. Al volver a sumergirla, exhala gradualmente y de forma continua, principalmente por la nariz, pero también se puede exhalar por la boca.

Sacar la cabeza lo mínimo posible: Gira la cabeza solo lo suficiente para que la boca salga del agua, sin levantarla en exceso, y mantén la mirada hacia abajo o atrás en lugar de al frente.

Sincronizar con la brazada: La inhalación se realiza en un momento específico, generalmente cuando el brazo contrario sale del agua y el cuerpo gira. Al inicio de la brazada (cuando el brazo se mete en el agua), la cabeza debe estar sumergida y exhalando.

Exhalar bajo el agua: Exhala todo el aire bajo el agua para tener los pulmones listos y poder inhalar de forma rápida y profunda al sacar la cabeza. Aguantar la respiración genera tensión.

Respiración bilateral: En crol, respirar cada tres brazadas de forma alterna (a un lado y al otro) ayuda a mantener el equilibrio del cuerpo y evita descompensaciones musculares.

Aprovechar la flotabilidad: Mantener el cuerpo bien alineado y respirar de forma efectiva maximiza la flotabilidad y reduce el esfuerzo.