Desde el momento en que aprendimos a andar en bicicleta, el mundo cambió por completo. Y no está para más, pues la bicicleta fue nuestro primer transporte.
Si ya decidiste poner manos a la obra y tomarte en serio el ciclismo, necesitas poner la mente y el corazón, pues tendrás que trabajar en el rendimiento físico para poder alcanzar tus metas.
Súbete a tu bicicleta y vete a dar una vuelta de unos 30 a 60 minutos, 3 o 4 veces por semana. Esto te ayudará a adaptarte más rápido al esfuerzo que estarás haciendo durante los entrenamientos y en la carrera.
Es mejor hacer ejercicio cuando estás acompaño, por eso busca algún club o un equipo con el cual puedas salir a rodar y entrenar.
¡Estás listo para subir de nivel! A estas alturas tu cuerpo ya se acostumbró y lo que antes parecía eterno hoy lo haces con los ojos cerrados. Por eso, le tendrás que añadir más minutos a tus rutinas diarias, ahora saldrás de 45 a 75 minutos cada 3 – 5 veces por semana.
Nunca dejes de practicar, pues ya saben lo que dicen: la práctica hace al maestro.